Suman nueve los extranjeros expulsados por las iguales razones y las autoridades aseguran que tienen identificados a otros 11 individuos
El gobierno colombiano confirma la expulsión este jueves de dos ciudadanos venezolanos. Ambos sospechados de afectar el orden social y la seguridad ciudadana, con la intención de infiltrarse en protestas.
Fueron detenidos en el municipio de El Rosal, en el departamento de Cundinamarca, sumándose a otros siete extranjeros que fueron expulsados en días pasados por la autoridad migratoria colombiana por esta misma razón. Christian Krüger Sarmiento, director General de Migración, afirmó que tienen identificados a cerca de una docena de ciudadanos foráneos con intenciones similares.
“Tenemos información de diferentes fuentes que nos han permitido identificar a once ciudadanos extranjeros que pretenderían afectar la seguridad ciudadana y el orden social durante las marchas del próximo 21 de noviembre. Respetamos el derecho a la protesta, siempre que ésta se haga, como dice nuestra Constitución, de manera pacífica”, señaló.
“No vamos a permitir que ningún ciudadano extranjero venga a afectar nuestra tranquilidad, nuestra seguridad. A los que pretenden ingresar a Colombia con este fin, les decimos que no lo hagan, ya que les aseguro que serán inadmitidos. Y a aquellos que están actualmente en el país, los invitamos a que si quieren participar de la marcha lo hagan con respeto, manteniendo el orden y de manera pacífica, ya que de lo contrario procederemos a sancionarlos con todo el rigor”, agregó Krüger Sarmiento.
Sindicatos y otros sectores sociales ratificaron este miércoles su participación en el paro nacional del 21 de noviembre para protestar contra una posible reforma pensional y laboral del Gobierno y por la supuesta intención de vender algunas empresas estatales como Ecopetrol.
Las manifestaciones fueron convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode).
Diógenes Orjuela, presidente de la CUT, sostuvo que mantienen “el criterio de realizar un paro y unas movilizaciones dentro de la mayor pacificidad”, y que rechazan “la violencia venga de donde venga”. A este llamado se sumó Julio Roberto Gómez, de la CGT, quien dijo que no están “interesados en legitimar ningún acto de violencia ni contra lo público, ni contra lo privado”.
El presidente Iván Duque se manifestó el fin de semana contra aquellos que propician actos de violencia en las protestas. “No dejemos que hagan llamados a la violencia, al vandalismo, al pillaje. Entendamos, sí, el clamor de quienes quieren plantear sus ideas en democracia, porque eso es legítimo, pero tengamos claro que la institucionalidad, como un todo, tiene que unirse para invitar a los colombianos a que esa no sea la forma como nos expresamos”. /Infobae